Rodeada por las aguas del rio Adaja, sobre una colina de 1.131 metros, se levanta la ciudad con la más antigua y mejor conservada muralla de España.
Ávila, aparece desde el mirador de Cuatro Postes, en la ruta camino a Salamanca, como el sueño de un caballero medieval, con sus 88 torreones. Es un perfecto rectángulo de 2.156 metros cuadrados, paredes de 12 metros de altura y 3 de ancho. Restaurada en el siglo XIV, la muralla no ha perdido ni el más mínimo detalle de su estilo original.
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Que su estado actual sea tal, quizás se deba a lo que aparece en un documento del Archivo Municipal del año 1.481. En este documento quedaron establecidas las obligaciones que cada grupo social tenia para con la muralla: los caballeros custodiaban desde afuera y el pueblo llano, desde las almenas; los campesinos de las cercanías se encargaban de los adarves, la limpieza de los fosos y proveer la piedra, la cal y a la arena necesaria; los judíos proveían del hierro y los trabajos de albañilería quedaba para los moros.
Aunque no se conoce con precisión la fecha de construcción de la Muralla de Ávila, los documentos reales indican que fue concluida en la segunda mitad del siglo XII. La ciudad fue ocupada por los árabes en el siglo VII y conquistada por el rey castellano Alfonso VI en 1088.
La fecha de construcción de la Muralla de Ávila no se sabe con precisión, los documentos reales dicen que se la construyo en la segunda mitad del siglo XII. Los árabes la ocuparon en el siglo VII y en 1.088 la conquisto el rey castellano Alfonso VI.