Si visitamos Dinamarca, es muy probable que nuestra intuición nos acerque a Copenhague, ya que está ciudad es la primera atracción turística del país. Más aún, si tenemos en cuenta que a la mayoría es el único nombre conocido que nos suena del país nórdico.
Pero Copenhague no es única opción, existen otras tan buenas como ser, la ciudad de Aalborg.
[Pulsa en el título para leer el artículo completo]
La ciudad está situada al sur de Limfjorden y al norte de la Jutlania, exactamente en la orilla sur del río que divide la península. Este hecho geográfico le da una situación estratégica. Lugar de paso obligado si se quiere llegar a Skagen, en la punta de la península danesa, esto hará que valga la pena disfrutar de lo que nos ofrece esta ciudad.
Aalborg es una ciudad relativamente grande (la cuarta de Dinamarca), aunque esto no resulta agobiante. Las calles de su casco antiguo, en su mayoría, están compuestas de casas de dos niveles, como mucho de tres. Pasear por ella puede resultar un ejercicio delicioso y a la vez relajante. Las serpenteantes calles se ven jalonadas por sus típicas casas de colores diferentes que nos recuerda a la ciudad de Buenos Aires.
Si nuestra visita se produce en primavera o verano, la vamos a encontrar repleta de bares, terrazas, pubs, restaurantes y gran vida callejera. En muchas de sus tiendas tienen altavoces enfocados hacia el exterior que dejan escuchar relajantes sonidos musicales. Comidas y bebidas ofrecidas en sus abundantes cartas nos tentaran para sentarnos en una de sus mesas. Nuestro humilde consejo es que antes de hacerlo, mires bien sus precios, no sea cosa que te lleves una desagradable sorpresa a la hora de pagar. Dinamarca es extremadamente cara.
Un paseo por los alrededores
Con algo de tiempo extra, deberías darte una vuelta por sus alrededores, son diversas las localidades de las diferentes costas del Mar Báltico o las orillas del rio, todas ellas dignas de conocerse: Lille Vildmose, Oestkysten, Nibe.