Es una verdad irrevocable, la forma más rápida, sencilla y económica con que cuentan las grandes ciudades para moverse sin ninguna duda, es el subterráneo. En las ciudades con transito caótico, las estaciones del subte son, alarde de diseño. En subtes como el de Moscú o el de París, nos encontraremos con más de una sorpresa.
Trasladarse dentro de una ciudad desconocida es, un placer y un desafío. No todo pasa por obtener un mapa de su superficie, es necesario hacerse de otro del metro o subterráneo. Algunas ciudades han conseguido hacer de sus estaciones, verdaderos museos bajo tierra, en algunos casos lograron construir leyendas.
El metro de Paris, tiene 297 estaciones, 210 kms de vías y 80 kms de corredores, es considerado el medio de transporte ideal, cubre casi todo Paris, sus paradas están máximo a 500 metros una de otra, rápido y económico. Con 16 líneas diferentes, la más nueva Méteor, va desde la biblioteca Francois Mitterrand con la iglesia de la Madeleine. Esta nueva línea es ejemplo de la audacia de sus diseñadores: sus plataformas embuten varios tramos de escaleras mecánicas debajo del pavimento.
Cuando un tren cierra sus puertas, y también las de las plataformas, los pasajeros pueden andar libremente por toda la extensión del tren, llegar al primer vagón y desde allí contemplar las luces que se deslizan a lo largo del túnel, ya que la maquina no lleva conductor: es automática. Las plataformas de la estacion Gare Lyon son como una selva subterránea de autenticas palmeras iluminadas con luz solar artificial.
Londres, fue la primera ciudad del mundo en contar con recorrido de un subte, en el año 1863. Tenía tan solo 6 kms de recorrido. Madrid, tiene su subterráneo hace tan solo 80 años. Buenos Aires, desde 1913.
El de Moscú, es sin dudas el metro mas admirado por quienes han viajado alguna vez en el. Con casi 270 kms de vías, 162 estaciones, que cada año se le agregan nuevas. Estadísticamente, por su recorrido es el quinto del mundo, después de los de Nueva York, Paris, Londres y Tokio, y es el primero por la cantidad de pasajeros transportados: 9,2 millones de personas cada dia.
Quizás el mayor de los atractivos del metro de Moscú, sea que es una galería bajo tierra, con estaciones que parecen museos: con al menos 800 mil metros cuadrados de mármoles, además de otras piedras decorativas en sus paredes, pisos y diseño de sus estaciones y pasillos. A lo que se suman mosaicos, arañas, grabados, estatuas y monumentos. Una parte importante de sus estaciones dan cuenta del esplendor de la ex Union Soviética, con escudos con la hoz y el martillo, esculturas que anunciaban lo que “iba ha ser una revolución victoriosa” y varios retratos.