Ubicada en el corazón de Manhattan, la Grand Central Terminal es un potente imán que atrapa a los turistas.
La Grand Central Terminal de Nueva York, uno de los más importantes edificios de los Estados Unidos, por historia y arquitectura, por las numerosas tiendas que alberga y las 500 mil personas que lo transitan diariamente.
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Ya no es solo una transitada estación de trenes, la “puerta de entrada a Nueva York”, se ha convertido en atractivo turístico y un paseo de compras y locales de comida. Ubicada a pocos metros de Park Avenue, en la 42nd, entre Vanderbilt y Lexington.
Central Terminal, en lugar de Central Station, porque las líneas de ferrocarriles inician o finalizan sus recorridos en el lugar. Su fachada es de vidrio y acero, culmina en un reloj que rodean esculturas de Hércules, Mercurio y Minerva.
La construcción del edificio demando 10 años, de 1903 hasta 1913, su interior es un regreso al pasado. Inspirada en la Opera de Paris, su escalinata doble de mármol transporta a los viajeros y visitantes a los viejos tiempos de gloria de aquellos trenes de larga distancia.
Su restauración
Jacqueline Kennedy cumplió un destacado papel en la conservación de la Grand Central. Junto a la presión pública, impidió, en 1968, su demolición y en lugar de levantar torres de oficinas en su reemplazo, lograron mantenerla en pie. Pero, en los 70 y 80 debió padecer la decadencia.
En su techo abovedado se encontraban pintadas por el francés Paul Hellen, las constelaciones, con la decadencia sufrida en el edificio, más de 2500 estrellas quedaron ocultas, sus techos comenzaron a tener goteras y los pisos y paredes fueron quedando manchados por la suciedad.
Las tareas de restauración demandaron cuatro años, su techo fue una de las tareas mas complicadas, hoy, totalmente remozada, la Grand Central dispone de rampas y escaleras que parten desde el Main Concourse, uno de los halls más grandes del mundo. El basquetbolista Michael Jordán, inauguro un concurrido loca gastronómico “SteakHouse” y en el nivel superior se encuentra el clásico “Oyster Bar”, un restaurante que nos llevara a los años de oro del ferrocarril.
Junto con la restauración fue ampliado el espacio comercial, se agrego una puerta de entradas, se restauró la sala de espera, donde hoy en día se realizan, exposiciones, conferencias, conciertos y eventos.
El actual edificio de la Grand Central esta levantado donde anteriormente estaba la estación Grand Central Depot, que fuera construida por el millonario Cornelius Vanderbilt, que era conocido como “Commodore”. Esta estación tuvo una corta vida: luego que dos trenes chocaran debido al intenso humo y el vapor acumulados en su túnel, fue demolida.
Aún se conserva una parte de la antigua estructura. El águila de hierro que supo estar en lo alto del edificio demolido, en la actualidad es el custodio de la nueva entrada a esta puerta a Nueva York.