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Por un instante cerremos los ojos y dejemos que nuestra imaginación nos traslade en un viaje de compras por Londres. Hemos recibido de regalo un weekend en la capital inglesa y podemos derrochar el dinero que se nos cante, como única condición no debemos ingresar a comprar en ningún negocio tradicional. Como si de un toque de queda se tratara, los comercios, estilo Harrods, están estrictamente prohibidos.

Solo tenemos la posibilidad de movernos entre los mercados callejeros y tan populares que tiene Londres. Están esperándonos saris, bicicletas, rosas inglesas, mermeladas y reliquias como los discos de vinilo. Arrancamos nuestro periplo un viernes. En Bermondsey nos sentimos fascinados por la más grande colección de antigüedades con que cuenta la ciudad. Momento oportuno para husmear en objetos de porcelana, cristal o plata. Su bien merecida y antigua fama se debe a que era un lugar de protección a los ladrones que iban al lugar a vender sus botines. No seria aventurado caer en el chiste fácil: “Estos precios son un robo”.

Friday

Ya recorrido Bermondsey, nos dirigimos a la estacion Liverpool Street, somos convocados por Spitalfields, el mas bohemio de los mercados de la capital. La oferta culinaria vanguardista que ofrece esta sustentada por su simpleza: alimentos orgánicos cultivados biológicamente, aves sin conservantes, mermeladas inglesas, verduras, tradicionales pasteles hogareños y tartas. Una popular exhibición de “delicatesen”. Aquellos que piensan que en Londres se come mal, es por que no han visitado Spitalfields. Un suntuoso edificio victoriano que se destaca por la sensibilidad puesta por sus diseñadores y artistas, sumada la simbiosis que se percibe encada objeto en exhibición.

Saturday

Hoy nuestro destino será Notting Hill. Objetivo principal: el mercado de Portobello. Señas particulares: ¿El más famoso de Europa? 30 años atrás, el lugar era mojón del escenario hippie. La impronta trasgresora se fue diluyendo y el barrio pasó a engalanarse. Portobello Road, entra en ebullición los dias sábado, tiene más de 2000 puestos callejeros con objetos heterodoxos, pero su talante es bien definido, siempre esta coqueteando con el lujo. Caminaremos entre multitudes que parecieran estar jugando a ser Hugh Grant y Julia Roberts en Notting Hill. En esos tendederos callejeros podremos comprar ropa de moda, antigüedades, joyas y hasta cuadros. Portobello, si de algo puede presumir es de que tiene estilo.

Otra vez en el subte, nos vamos hacia London Bridge. Esta zona obrera, con factorías victorianas, alberga el mercado de Borough, si hay una capital inglesa de la buena comida, es esta. El mejor chef con que cuenta el país, Jaime Olivier, es asiduo concurrente para abastecer su almacén. Las múltiples opciones, todas delicias, van desde un simple sándwich de pavo Hasta empanadas hechas con productos de cultivo biológico. Un sector para cada especialidad: productos ecológicos, alimentos orgánicos, el rincón del gourmet, los animales de caza silvestre. Su bien ganada fama lo llevo al cine con “El diario de Bridget Jones y Harry Potter y el prisionero de Azkaban”.

Algo más relajados, haremos una tercera parada en Silver Vaults, que esta ubicado en Chancery Lane. El pequeño lugar, tiene tan solo 37 locales, resulta más intimo que multitudinario, visto a vuelo de pájaro no despierta interés. Pero es bueno saber que este mercado, es albergue de la colección de plata más antigua y grande del mundo. Los anticuarios ingleses, se ufanan al decir que si no esta ahí, no existe. Centros de mesa, candelabros, joyas. Lo más exquisito que jamás soñaste poder ver.

Sunday cosmopolitan

Los bagels de salmón y queso fresco, carta de presentación de la cocina judía, es una más que deliciosa manera de dar comienzo al dia. Llegamos a Brick Lane –estacion Aldgate East-, nos rodea una muchedumbre excitada. Aquellos que les apasiona regatear, aquí tienen su oportunidad. La feria callejera más viva y cosmopolita de la ciudad es organizada por inmigrantes de Bangladesh, libros viejos, saris hindúes, ropa de cuero de segunda mano, objetos que no sirven para nada, aparatos de cocina, productos asiáticos y artículos de piel se entremezclan con la mas habitual naturalidad.

Escapando de tanto barullo, nos dirigimos rumbo a los aromas que se desprenden del Columbia Road, paraíso de las flores en Londres –estacion Old Street-. Una vez allí caminaremos entre bulbos, petunias, gardenias, semillas, arbustos y, por supuesto esta de más decirlo, entre las famosas rosas inglesas. Los primerizos aún no la descubren, les interesa fotografiar el Big Ben, Piccadilly Circus, Downing Street 10 o Leicester Square, cuando la descubran se lamentaran de no haberlo hecho antes.

Otra vez en los mercados de público masivo, llegamos a Camden Town (estacion homónima), en el norte de la ciudad. Aquellos amantes de la música, tendrán una visita hedónica, entre discos de vinilo, hallazgos de coleccionistas, lo último de lo último en movida electrónica, junto al reciclaje eterno de la cultura beat.

El punk, también sigue vivo en Camden: tribus urbanas reivindicando la estética de los Sex Pistols, veremos recorriendo la zona. Ya cerrando nuestro weekend de compras, piezas de arte, joyas, artesanías, y diseños originales. Cuando nuestro Angel guardián nos vuelva a invitar a Londres, debemos ir a Bayswater Road, la mas grande exposición al aire libre de Europa y también, a Petticoat Lane, mítica feria fundada en 1750. Llego el momento de abrir los ojos, cruzar el Atlántico. Nuestro hechizo termino.

Vídeo sobre Londres

 






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