Corea del Sur no sólo ha prohibido los viajes a Afganistán, sino que quien desafíe esa prohibición y realice un viaje a dicho país sin la autorización pertinente se arriesgará a una pena de un año de cárcel y una multa de 3 millones de Wons (2.300 Euros).

Estas medidas han sido tomadas por el gobierno de Corea del Sur después del secuestro de 23 SurCoreanos por parte de los talibanes.

El comunicado del ministerio es claro: "Aconsejamos con toda la fuerza a nuestros ciudadanos presentes en Afganistán, desde ahora en la lista de países proscritos (junto a Somalia o Irak), a abandonar el país".

Se estima que unos 200 SurCoreanos residen actualmente en Afganistán, junto con un número indeterminado de militares que trabajan en la reconstrucción del país.

Respecto al secuestro, los secuestradores piden la liberación de 23 presos talibanes para liberar los 23 ciudadanos SurCoreanos. Este secuestro es el más numeroso desde la deposición del régimen talibán.

Como siempre Corea del Sur aplica medidas desmedidas y que limitan la libertad de sus ciudadanos.