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En la actualidad, las mascotas ocupan un lugar muy importante para las personas, tal es así que ante las nuevas posibilidades que brindan las aerolíneas de trasladar animales, nadie duda en incluirlos en sus viajes.

Por las características que posee un vuelo en sí, es que se ha reglamentado el asunto, fundamentado en el trato humanitario que deben percibir las mascotas al ingresar a una bodega de avión.

Estos estatutos generalmente no se aplican si el animal se transporta en la cabina, pues la responsabilidad se atribuye enteramente al dueño.

Exigencias

No todas las compañías aéreas poseen iguales requisitos al momento de ingresar un animal al avión. Es importante informarse de acuerdo a los que exige la aerolínea en la cual nos trasladaremos.

Las opciones siempre son: llevar a la mascota consigo en la cabina, o depositarla en una jaula en la bodega.

Todas las empresas coinciden con que sólo perros y gatos pueden viajar, contando con al menos ocho semanas de vida y habiendo sido testeados recientemente.

Además, cada país dispone normas diferentes que deben conocerse antes de un viaje. Por ejemplo, Inglaterra e Irlanda no permiten animales, aún tratándose de perros lazarillos.

Cabina

Si el viaje dura cuatro horas máximas, y su mascota es pequeña, con un peso menor a seis kilogramos, las aerolíneas acceden a transportarlos en la cabina.
En tales casos, debe comunicarse al momento de reservar el pasaje, pues las normas admiten cierto número de animales.

La jaula debe tener dimensiones de 50 centímetros de alto, 40 de ancho y 25 de profundidad. Ésta, deberá mantenerse cerrada y debajo del asiento.

El peso será considerado junto al equipaje, por lo que si el total supera el permitido, se cobrará como exceso.

Los lazarillos usualmente superan el peso permitido, aunque sí pueden trasladarse en la cabina por su función esencial, sin cobrarse una tarifa extra.

Bodega

Si la mascota excede el tamaño permitido en cabina, deberá viajar en la bodega con un bozal y acondicionamiento exigido por la aerolínea.

En cuanto a la jaula, ésta debe ser adecuada a las dimensiones del animal, o de dos animales pequeños; contar con un cierre adecuado; resistente; con suelos impermeables; buena ventilación y correctamente etiquetada e identificada.

La bodega, al igual que las cabinas de pasajeros, es presurizada para mantener un equilibrio entre el aire y la temperatura.

Recomendaciones previas

Para contrarrestar la inquietud del animal ante esta situación, se aconseja introducir en las jaulas algún elemento familiar para evitar la desorientación, así como el alimento que acostumbra ingerir.

Además, debe acostumbrarlo a la nueva jaula, para que posteriormente no resulte tan traumática su estadía en el avión.

Asimismo, evaluar con su veterinario la posibilidad de emplear tranquilizantes, no son recomendables por los efectos adversos.

Previamente, debe suministrarse poca comida a la mascota para evitar vómitos, aunque se exige presentar un certificado de que ha sido nutrida e hidratada correctamente.

Fundamentalmente, la persona como dueño debe mantener la calma, para transmite su estado al animal.

 






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