Que estemos en la “dulce espera” o un poco embarazadas no tiene que ser un impedimento para realizar un viaje, pero al estar en está condición se requiere de ciertas medidas de precaución.
Que medidas adoptaremos
El mejor momento para realizar un viaje es el segundo trimestre de nuestro embarazo (14-30 semanas).
Si estamos por viajar a una zona de playas, tendremos que estar bien
hidratadas.
Usar protectores solares para proteger nuestra piel de los efectos del
sol.
Es recomendable beber agua embotellada o tratada previamente, si viajamos
a países tropicales cuidarnos de lavarnos los dientes con agua
corriente y evitar consumir hielo.
Según el destino usar el vestuario adecuado. Por lo general la
ropa debe ser holgada y de fibras naturales, de colores claros, y los
zapatos cómodos.
Si vamos a viajar en avión, lo recomendable es moverse, caminar cada hora durante el vuelo.
No debemos descuidar nuestra actividad física regular diaria. Debemos ejercitarnos todos los días durante 20 o 25 minutos con una tabla de ejercicios de estiramiento y tonificantes.
No son aconsejables los deportes que encierren algún riesgo de
caída. Una actividad óptima para las embarazadas es la natación,
tiene mucha actividad cardiovascular.
Consultar con nuestro medico antes de consumir cualquier tipo de medicamento.
Llevar siempre nuestro propio botiquín.
Llevar siempre a mano los teléfonos de nuestro ginecólogo y del centro maternal junto a los datos clínicos del embarazo.
Destinos potencialmente peligrosos
• Los lugares con una altitud superior a los 3000 mts.
• Áreas donde pueda haber enfermedades transmitidas por mosquitos,
el agua o los alimentos.
• Áreas donde exista la malaria resistente a la cloroquina.
• Áreas donde se requiera de vacunación con virus
vivos atenuados (fiebre amarilla).
Por lo general, viajar es seguro, siempre que no estemos próximas a la fecha del parto, y si se trata de un embarazo sin complicaciones y nuestra salud es buena.
ADVERTENCIA: La información que figura en está nota no está realizada por un profesional sanitario facultado para prescribir o dispensar medicamentos, por lo que se aconseja informarse por el profesional correspondiente.