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La hipóxia o la menor cantidad de oxigeno por causas de la baja presión atmosférica es lo que comúnmente conocemos como "apunamiento o mal de altura". Los pueblos acostumbrados a vivir en las alturas no padecen este fenómeno, al contrario de las personas que viven a nivel del mar, que si lo sufren al subir por encima de los 3000m, y es cuando se comienza a sentir sus efectos. Este mal suele aparecer a las pocas horas de estar expuestos a estas alturas. Tiene dos formas graves de manifestarse, que en algunos casos puede llegar hasta la muerte, estas formas son: el edema cerebral de altitud y el edema pulmonar de altitud.

De acuerdo con las estadísticas existentes, los más afectados son las personas jóvenes, aunque lógicamente, son, en proporción quienes más se exponen.

Sólo hay una manera de no padecer el MAM y, es con una correcta aclimatación. Las personas viviendo a nivel del mar necesitan de cierta cantidad de glóbulos rojos (que transportan el oxigeno), en la altura, estas mismas personas necesitarían de mayor cantidad.

Poco importa que tiempo se pase en las alturas, al retornar al nivel del mar se volverá a tener la misma cantidad de glóbulos rojos, pero, quedara lo que se conoce como “memoria de aclimatación” en el nivel celular, esto va a contribuir a que en la próxima exposición, nuestro cuerpo tenga una reacción más rápida por lo que padeceremos menos trastornos.

Este mal es indiferente al estado de entrenamiento aeróbico. El proceso de aclimatación debe ser progresivo.

Consejos útiles

Es recomendable, por sobre los 3500m dormir a no más de 300/500m por encima de donde se paso la noche anterior, sin importar la altura máxima lograda ese día. Ir ganando altura de forma gradual.

Por las noches es cuando empeora la hipóxia, esto se debe a que se cambia el ritmo cardíaco (bradicardia), por está razón, los asmáticos tienen sus crisis por la noche, es recomendable subir durante el día, estimulando así la aclimatación y dormir más abajo de la máxima altura alcanzada. El consumo de oxigeno y la hipertensión pulmonar aumenta con el esfuerzo físico, lo que puede empeorar el MAM.

Debemos evitar, durante el proceso de aclimatación, sobrecargarnos innecesariamente. A las dietas hiperglúcidas (ricas en azucares) el cuerpo las tolera mejor, se recomienda un mínimo de carnes (proteínas) de 1 gramo por kilo de peso al día y las grasas, sólo en caso de frío.

Tomar poca agua genera que la sangre se espese lo que contribuye a tener más posibilidades de congelamientos. El continúo esfuerzo hace que el hígado trabaje más, por lo que no es recomendable la comida con mucha grasa, pero su falta puede ser peor.
Sucede que muchas veces uno dice "memoria de frío y de hambre " y es que en realidad la falta de una correcta alimentación en calorías es lo que produjo o aumentó el frío.

Aclimatación

Una alternativa es 1 o 2 semanas antes de salir, comenzar a tomar vitamina K o sea hierro, su ingesta aumenta los glóbulos rojos sin efectos colaterales graves o riesgosos.

Sintomatología del MAM

La falta de oxígeno provoca dolor de cabeza que empeora con el ejercicio. Con el reposo y la administración de aspirinas suele ceder. Si despierta en la noche y persiste en la mañana, nos encontramos frente a un MAM grave, puede estar indicando un edema cerebral. Será necesario descender unos 500 m o más y esperar su desaparición.
Náuseas y vómitos, que favorecen la deshidratación, pérdida del apetito o Anorexia suele aumentar con la altitud, fatiga anormal, difícil de diferenciar del cansancio por esfuerzo. Un caso extremo es cuando se pierde interes en comer, tomar, líquidos u orinar durante horas es probable la aparición de un coma por edema cerebral, siendo obligado el descenso.

Dificultad para respirar (Disnea) con tos, taquicardia y opresión torácica puede ser un edema pulmonar a futuro. Insomnio, respiración cortada, dificultad en la conciliación del sueño son frecuentes en la primera semana en altitud, tienden a desaparecer en la segunda.

Edema (hinchazón) generalizado en las manos, pies y cara son el resultado de la retención de más agua y sodio (diuresis o retención de la orina) será necesario descender. El vértigo e incoordinación son síntomas de un posible edema cerebral.

El único recurso curativo es el descenso de la altura. Si se trata de un mal de altura moderado se recomienda el reposo con la administración de analgésicos menores, rehidratación y una dieta rica en glúcidos, los síntomas van a desaparecer al cabo de 3 o 4 días. Si se trata de un MAM grave va a demandar de una atención con personal capacitado, no solo se recomienda descender sino también la administración de medicamentos inmediatos. El retraso puede llegar a ser causa de muerte.

 






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