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Un amigo me envió un mail citando un artículo que le resulto interesante sobre los riesgos que conviene tomar cuando realizamos un viaje.

La nota está muy bien intencionada, destaca cuestiones que todo viajero debería tener presentes y que muchas veces no lo hace. Se podrá o no compartir la totalidad de estas razones o disentir con algunas, lo importante es tener la posibilidad de estar atentos a las cosas que conviene no dejar pasar.

1. Elegir un destino sin pensarlo demasiado: Algo que no comparto en su totalidad pero no dejo de reconocer que es posible y que mucha gente lo hace. No existen lugares sin interés, resulta obvio que si ya lo visitamos no va a resultarnos tan atractivo, o si. Por cierto que elegir entre lugares no conocidos u otros que si, seguro no vamos a equivocarnos. Ahora, si tenemos que decidirnos entre un montón de lugares que desconocemos, es bueno saber que no hay lugares poco interesantes, hay viajeros poco interesados (curiosos). No pasa todo el turismo por la Costa del Sol o por el Caribe, hay tanta variedad de destinos turísticos interesantes como viajeros interesados.

2. Confiar en nuestra habilidad para ganar dinero en el viaje: En este punto disiento algo, resulta obvio que si el viaje es de placer no creo que para pasar unos pocos días nos tengamos que poner a trabajar. Lo que si comparto es que por tener poco dinero no hay que dejar de hacer el viaje, tendremos que ajustarnos a un presupuesto más reducido o que apelar a la imaginación y sobre todo a las ganas de pasarla bien. Hay que ponerle ganas y confianza que vamos a poder viajar y que puede ser barato y divertido.

3. Hay que decir que no a la medicación contra la malaria: Si tenemos en mente viajar al sudeste asiático donde es muy común saber de turistas que toman diariamente píldoras para estar protegidos de la malaria: relax. La zona es habitada por millones de personas y jamás padeció la enfermedad. Los únicos en tomar esta medicación a diario son los viajeros provenientes de países ricos. Salvo que tengamos pensado visitar las zonas rurales, no debemos preocuparnos. No dejo de reconocer que este consejo me deja más dudas que certezas.

4. Confiar en la amabilidad de extraños: Aquellos con algunos viajes realizados sabemos que por lo general las personas que cruzamos en el camino tienen buenas intenciones, suelen ser hospitalarios y sinceros. Es necesario conectarse a las personas, pero siempre es bueno tener ciertas precauciones, no todo lo que reluce es oro y podemos terminar llevándonos un chasco. Una muy buena manera de conocer determinado destino es la conexión con los lugareños, casi siempre se brindan a prestarnos sus conocimientos de manera desinteresada.

5. Desafiar los prejuicios: Con este punto coincido totalmente, no es bueno viajar y no estar dispuestos a probar nuevas cosas, es muy probable que perdamos una gran parte de la emoción. Conocer nuevos lugares, nuevas costumbres, diferente gastronomía, nos da una mejor perspectiva sobre usos y costumbres. Hay que dejar de lado los prejuicios, abrir la mente a nuevas sensaciones, esto lo vamos a lograr dejando de lado todo prejuicio.

6. Probar nuevas comidas: Esto esta directamente relacionado con el consejo anterior, la comida. La gastronomía en general es parte fundamental de todo destino, si vamos a Valencia, como no probar la paella o si decidimos visitar Madrid, como no salir de tapas. Imposible, nos estaríamos perdiendo una muy buena forma de conocer la idiosincrasia del lugar. Hay que probar de todo, puede gustarnos o no, eso no es lo importante, en el peor de los casos será una mala anécdota. Además, probar platos locales nos puede ayudar a bajar costos.

6. Comunicarse con el lenguaje universal. Las señas: tan o más importante que cualquier palabra puede ser una sonrisa. Los lugareños seguramente van a valorar mucho más nuestra amabilidad de turista si intentamos ser amables y saludamos como podamos. Es preferible sonreír a pasar por grosero o malhumorado. No olvidar que de alguna manera somos embajadores de nuestro país. Como nos ven nos tratan. Si nos ven bien nos tratan bien, si nos ven mal nos maltratan.

7. Ignorar por dos semanas el e-mail: Irse de vacaciones para seguir pendientes del correo electrónico no creo que sea una buena idea. Tenemos que desconectarnos de nuestra rutina y disponernos a disfrutar. Por otro lado, es seguro que el no va a extrañarnos y a nuestro regreso va a estar esperándonos.

 






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